Los seres humanos, como nuestros ancestros los homínidos, pertenecemos al Reino Animal y, como tales, estamos regidos por las mismas leyes biológicas y tenemos similares comportamientos. Su estudio corresponde a la Etología. El principio de territorialidad es básico y consustancial a todos los miembros del Reino. Su desconocimiento da lugar a errores, simplezas, aspavientos o, incluso, injurias.
Los humanos, como nuestros primos los monos antropoides, somos gregarios, es decir vivimos en grupos, en colectividad, cuyo número depende de los recursos del territorio de vida, de subsistencia. Destierren el concepto amplio de nómadas u hordas errantes. Se nace, vive y muere en un territorio. La amplitud o universalidad del concepto impide considerar las limitadas excepciones.
La naturaleza del territorio condiciona la economía, la tecnología, la sociología y, en conjunto, la cultura, es el determinismo geográfico que algunos rechazan y otros aceptamos, sin olvidar los procesos recíprocos de aculturación inevitables, necesarios y enriquecedores que se producen en todo tiempo y lugar.
Los grupos humanos dan respuesta a los desafíos del medio tanto más idénticas cuanto más reducido es el grupo y, más diversificadas, a medida que aumenta desde el individuo, la familia, la calle, el barrio, el pueblo, la ciudad, la comarca, la provincia, la Comunidad Autónoma, la Nación y así sucesivamente hasta el infinito (aún por conocer), utilizando conceptos ya sociales, administrativos y políticos. Hasta la ciudad son naturales, desde ella pueden ser artificiales, aunque si lo son, resultan incómodas y provocan rechazo, de ahí que se tienda a intentar el que se ajusten a circunstancias geográficas, históricas, sociales y económicas lo más reales posibles.
El Reino de Valencia, hoy Comunidad Autónoma por decisión política, responde a esa realidad. España, la Nación Española, es otra realidad más amplia.
El 20 de enero del años 2015, se han cumplido ciento cuatro años, un grupo de íntegros valencianos, asumiendo la responsabilidad que le exigía las circunstancias sociopolíticas y el deber patrio decidieron dar un paso al frente creando una entidad que se dedicara al estudio, investigación y enseñanza, al máximo nivel científico y académico, de la historia y la cultura del PuebloValenciano y de su Nación, la Valenciana, creando el Centro de Cultura Valenciana. El acuerdo del Pleno de la Diputación Provincial de Valencia, como acta fundacional , es el documento que así lo acredita.
En el año 1978, el Pleno de la Corporación Provincial aceptó y aprobó el cambio de nombre, pasando a llamarse Academia de Cultura Valenciana, sin alterar en absoluto sus Estatutos Fundacionales en lo esencial.
En 1991, la Corona Española la aceptó bajo su protección y añadió nueva titulación, Real Academia de Cultura Valenciana.
Todas las ramas del saber humano son objeto de su dedicación, pero muy especialmente la Historia. La Historia lo engloba todo, es el conocimiento del discurrir humano, del vivir humano en todas sus facetas, las antropológicas, las biológicas, las animológicas y las culturales, todas, como el mundo mismo, en evolución e interacción permanente.
La Historia, pues, ha sido la principal dedicación de la Real Academia de Cultura Valenciana, aunque a la Lengua Valenciana, por las circunstancias sociopolíticas de los últimos tiempos, se le haya prestado especialísima atención y recursos.
El año 1928, trece años después de fundada, la Real Institución creó su propia revista, Los Anales de la RACV, con periodicidad anual como su propio nombre indica y que ha mantenido con casi total regularidad, salvo el paréntesis de la Guerra Civil, de tal manera que acaba de ver la luz el número 94.
Para monografías, también históricas, se creó en 1949 la colección Fuera de Serie que, hasta 1961 publicó siete números, quedando interrumpida hasta que en 1992, dada su naturaleza, ya bajo nuestra dirección, le cambiamos el nombre a Monografías y hasta 1997 publicó 4 números más, apareciendo después otras monografías pero fuera de colección al cesar nuestra responsabilidad, sumándose a otras que fueron apareciendo desde 1915 y que se agruparon como Otras Publicaciones.
El año 1986 creamos la Serie Histórica, con el fin de recoger todas las ponencias presentadas a los Cursos de Historia que en 1980 comenzamos en Gandía y que motivaron la creación de la Sección Aula de Humanidades y Ciencias. 35 números han visto la luz . Casi todos los temas importantes han sido tratados, dedicando especial atención a los orígenes de las principales ciudades valencianas, así las de Valencia, Alicante, Cullera, Xàtiva, Benicarló, Gandia, Oliva, Sagunto, Liria y otras. También el de comarcas enteras como el Maestrazgo, el Marquesado de Denia, o la Marina Alta.
De gran relevancia fue la elaboración de la Historia General del Reino de Valencia, bajo nuestra dirección, obra en cinco volúmenes que vió la luz en 2003 y para la que se reservó el número 19 de la Serie.