El Adviento preludia el tiempo de la Navidad. Desde los albores del Cristianismo se celebra esta festividad; una de las efemérides de mayor sentimiento y arraigo del calendario litúrgico de la Cristiandad. Desde el punto de vista religioso en este periodo de la Navidad conmemoramos dos hechos de especial significación que simbolizan y reflejan el espíritu de estos días: el nacimiento de Jesús en el Portal de Belén y la adoración de los Reyes Magos de Oriente al Niño Dios.
Estas celebraciones están imbuidas de un sentimiento singular que combina en sus manifestaciones aspectos religiosos, históricos, artísticos y tradicionales que se plasman en los diversos campos de la cultura: Arte, Literatura, Música, Cinematografía, etc.
En el campo de la Historia del Arte numerosos y reconocidos artistas han expresado el espíritu de la Navidad en la pintura, la escultura, la orfebrería, la artesanía popular, etc.
La pintura ha compuesto gran cantidad de obras artísticas conservadas en iglesias y expuestas en museos. La plasmación de las escenas del Nacimiento de Jesús y de la Adoración de los Pastores ha sido una temática que reflejaron ya los pintores góticos valencianos Pere Nicolau, Miquel Alcañiz, Antoni Peris en el siglo XV, quienes nos legaron bellísimos retablos o tablas sobre esta escenografía. Asimismo, pintores renacentistas y barrocos como Sandro Botticelli, Leonardo Da Vinci, Alberto Durero, Hans Memling, El Greco, Tintoretto, Caravaggio, Corregio, etc., pintaron cuadros que llevan el título de la Adoración de los Reyes Magos. Bartolomé Esteban Murillo plasmó en uno de sus lienzos la Adoración de los Pastores y otros artistas como Fra Filippo Lippi, Fra Angélico, Piero de la Francesca, Pedro Pablo Rubens, Diego Velázquez, entre otros, también abordaron en sus obras esta iconografía de la Navidad.
La escultura tampoco ha sido ajena a simbolizar esta temática. La representación de escenas del ciclo de la Navidad cuenta con grupos escultóricos, relieves, mosaicos, grabados, vitrales, relicarios, etc. Muestras de ello las podemos visualizar en el ciclo de los Reyes Magos labrados en el tímpano de la Portada del Reloj de la catedral de Toledo con el Encuentro con Herodes, el Viaje de los Reyes Magos siguiendo la estrella, la Epifanía y el Sueño de los Reyes Magos. Semejante escenografía se esculpió en el ciclo de los Reyes Magos del cenotafio de la basílica de los Santos Hermanos Vicente, Sabina y Cristeta, del templo románico de Ávila. En la escalera del coro de la iglesia arciprestal de Morella, de estilo gótico, están labrados relieves de la Adoración de los Reyes y Pastores, tallados en la segunda mitad del siglo XV.
Asimismo son dignas de resaltar escenas del mosaico de la basílica de San Apolinar el Nuevo en Rávena dedicado a la Epifanía, los frescos del baptisterio de la catedral de Florencia en donde se representan la Epifanía, el Sueño de los Magos y el viaje de vuelta a Oriente y el relicario de los Reyes Magos de la catedral de Colonia.
El siglo XVIII es la época de mayor esplendor de belenes y de su máxima difusión por Europa. Estos conjuntos reproducen escenas navideñas que fascinaron a los ciudadanos tanto por la calidad artística como por su intensidad expresiva y emocional. Fueron verdaderos cuadros vivientes. La escultura en madera policromada o bien en terracota policromada y la incorporación de lo profano como referencia ambiental se fueron incorporando paulatinamente a los belenes. Son famosos y admirados los belenes napolitanos, los de la ciudad de Roma y los de Murcia. Las figuras belenísticas de los nacimientos y de las adoraciones de los Reyes Magos de Francisco Salzillo son la quintaesencia del belén español. Sus aportaciones fueron de gran trascendencia y novedad en esta parcela de la imaginería española de la festividad de la Navidad.
En numerosas vidrieras de catedrales podemos observar escenas del ciclo navideño. Concretamente las catedrales góticas de León y Sevilla, Chartres y Colonia albergan impresionantes vidrieras policromadas que representan secuencias de esta temática.
En el campo de la literatura hispánica una pléyade de escritores rememora el espíritu de la celebración de la Navidad de forma brillante y con gran sensibilidad. Son numerosos los autores que han compuestos estrofas poéticas y textos narrativos que evocan la vida de Jesús. Entre los siglos XII y XIII se compuso el “Auto de los Reyes Magos” que escenifica la llegada de los Reyes de Oriente acompañados de ángeles y pastores que van a adorar al Niño Dios en el Portal de Belén. La escritora valenciana del siglo XV Sor Isabel de Villena en varios capítulos de su obra “Vita Christi” relata en su dulce lengua valenciana escenas de la Natividad y de la Adoración de los Reyes Magos, como se refleja en el capítulo LXVI titulado “Com la Sanctissima Verge reposa lo seu divinal fill en lo pesebre e fon conegut e reverit per lo bou e ase” y en el capítulo LXVII que narra “Com los pastors vingueren adorar lo senyor e fer reverencia a la excellent mare sua”·
La escritora mística Teresa de Jesús compuso poesía dedicada a la Navidad para sus monjas carmelitanas: “Danos el Padre/ a su único Hijo: / hoy viene al mundo/ en pobre cortijo (…); “Vamos todas juntas/ a ver el Mesías, / pues vemos cumplidas/ ya las profecías/. Y el Fénix de los ingenios españoles, Lope de Vega, fue autor de numerosos villancicos y coplas navideñas de sutil belleza.
Otros autores como Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Francisco Quevedo, Luis de Góngora, Gustavo A. Bécquer, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Luis Rosales, Gabriela Mistral o Gloria Fuertes también evocan el espíritu de la Navidad.
¡Que la esencia de la Navidad esté presente en nuestros hogares en estos días de celebraciones hogareñas y añoranzas y reine la paz en la Humanidad! Bon Nadal.
María del Carmen Aura Busó y José Vicente Gómez Bayarri
Catedrática de I. B. de Literatura y Académico de la RACV